La escena se desarrolla sobre la acera junto a la avenida de la Ciudad Universitaria, al fondo los jardines y la estatua del caballo y el jinete que recoge la antorcha, y la Facultad de Medicina.
Hay un equipo de periodistas extranjeros que tratan de filmar en la Universidad, y junto a ellos un pequeño grupo de estudiantes que discute entre sí y tienen opiniones opuestas, unos son partidarios de que sigan filmando y los otros que no, manifestando sus reservas.
Hoy en día consideraríamos muy positiva la publicidad de la lucha que lleva a cabo el movimiento estudiantil.
Filmar o tomar fotografía del
paisaje de la clandestinidad y
luego exponerlo ante la mirada
pública.
En una dictadura.
Aquellos años
en los que vivíamos en una dictadura
en las que no existían las libertades básicas
el temor y el miedo.
Yo mismo acostumbrado a documentar con mi cámara
o mi pluma todo lo que ocurría a mi alrededor y
consciente de que al desenfundar mi propia cámara
y dirigirla y enfocarla hacia la calzada donde
estaban aparcados los vehículos policiales y el
"botijo" gris iba a rasgar un velo. Y escuché a
mi alrededor murmullos de desaprobación. Nunca
pude revelar esos negativos y se perdieron.
Cuando llegué a mi ciudad no los podía llevar a una
tienda de fotografía y un intento privado
tampoco fue posible.
En una dictadura el temor es colectivo y está generalizado.
Hoy en día pienso que incluso en aquellas circunstancias la prensa democrática extranjera podría haber sido positiva para el Movimiento Estudiantil.